Los usuarios que quieran montar un PC con Windows o actualizar su actual sistema con algunos de los nuevos procesadores de Intel y de AMD tendrán que apostar por Windows 10, pues Microsoft ha indicado que Windows 7 y Windows 8.1 no son compatibles con ellos: los ordenadores con esos procesadores que tengan esos sistemas operativos ya no recibirán actualizaciones de seguridad.
Microsoft indica que los nuevos procesadores «están diseñados para la versión más actual de Windows» y que es difícil darles compatibilidad en las antiguas versiones de su sistema operativo.
Los modelos de procesadores afectados son Intel Core de 7ª generación (Kaby Lake), AMD Ryzen, AMD Bristol Bridge y Qualcomm 8996 Snapdragon. Más adelante, en torno al mes de julio, también los Intel Core de 6ª generación (Skylake) harán que el ordenador no reciba más actualizaciones de seguridad.
Los ordenadores con estos procesadores empiezan a recibir desde ahora un mensaje que informa al usuario de que se han bloqueado las actualizaciones de seguridad y se les solicita que actualicen su sistema operativo.
Desde luego, los jugadores suelen estar interesados en aprovechar las nuevas API gráficas de Microsoft, pero aquellos que no hayan actualizado sus sistema operativo y sí un componente interno como la CPU se empezarán a ver obligados a actualizar a Windows 10 debido a la falta de actualizaciones de seguridad.
Según los datos de Steam, el 35% de sus usuarios siguen usando Windows 7 y un 8% usa Windows Windows 8.1. Aunque es posible que muchos de esos usuarios no tengan procesadores declarados ahora incompatibles, si planean actualizar tendrán que dejar atrás su actual sistema operativo y dar el salto a Windows 10.